jueves, 20 de octubre de 2016

Primera visita

Lo que más me intriga de Carlos Keen es la gente, el ritmo de vida que llevan, la comunicación que tienen entre ellos y con el exterior. En ciertos aspectos me sentí identificada lejanamente, ya que vivo en un lugar muy tranquilo, con mucho verde, en donde todos nos conocemos con todos, en donde de 13 a 16 cierran los pocos negocios que hay y casi no se ve gente en las calles. Creo que estas características de los lugares en los que uno se cría influyen muchísimo en la personalidad de las personas y en su forma de interactuar con los demás. Creo que se va creando una especie de perfil colectivo, un denominador común en ciertos aspectos de las personas.
 Como fuimos un lunes feriado no pudimos ver realmente qué hacen los lugareños cotidianamente, sino que estaba todo preparado para el turista, para vender, para agradar. La única chica menor a 25 años con la que pudimos conversar (y una de las pocas que pudimos ver) nos atendió en un café, pero no nos quiso decir mucho por vergüenza a las cámaras y equipos. Personalmente me gustaría indagar más sobre la vida de los jóvenes allí, qué hacen en su tiempo libre, cuánto influye el lugar en ellos. Por otro lado, fui con el prejuicio de que al ser un pueblo quedado en el tiempo iba a toparme con una comunidad en su mayoría machista; Sin embargo nos sorprendió ver que en gran parte está manejada por mujeres que fundaron y construyeron el lugar, y que hoy en día son la encargadas de viajar por Buenos Aires para ser reconocidos y que Carlos Keen tome lugar en su historia y en su presente.






No hay comentarios:

Publicar un comentario