Para empezarlo debíamos primero tener el permiso de la dueña del maniquí para ir a su casa a buscarlo, y es por esto que todavía no teníamos ningún material concreto. En la semana tuvimos su confirmación y allí fuimos. No solo nos interesaba pasar a buscar el muñeco, sino investigar un poco su casa, en qué condiciones lo tenía, si lo vestía, si convivía con él o lo trataba como un objeto, etc. Para nuestra sorpresa el muñeco estaba medio abandonado en una habitación, aunque vestido y todo. La señora quedó entusiasmada de que lo usaramos, y nos ayudó en todo lo que pudo, nos consiguió más ropa, sombreros y pelucas. Nos dejó inspeccionar su casa, la cual tiene la estética perfecta que queríamos para nuestro corto, aunque no nos va a ser posible utilizarla, pero creo que nos va a servir de "maqueta" para tratar de transformar la locación que consigamos en algo similar. Nos encontramos con muchísimas cosas interesantes, como por ejemplo el quincho, que a mí particularmente me fascinó, aunque soy consciente de que no es lo que necesitamos precisamente para este trabajo. De todas formas no me pareció que estaba de más sacarle un par de fotos.
Ya tenemos el muñeco en nuestras manos, ahora seguiremos puliendo la idea para poder generar lo que queremos, ya que sabemos que si no la trabajamos lo suficiente corremos el riesgo de que se vea algo bizarro, y no es nuestra intención.
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