sábado, 18 de junio de 2016

Teórica La cosa 1 y 2

Luego de analizar ambas teóricas de La Cosa, llegué a la conclusión de que lo que me transmitieron fue una nueva forma de enfrentarme hacia mis trabajos.Nos brindaron diversas opciones, y nos mostraron que en la historia del diseño audiovisual las cosas no tienen éxito según un protocolo o receta, sino que dependen particularmente de cada caso, de qué se quiere mostrar, y la mejor manera de hacerlo para que esta idea logre llegar a su punto más fiel. Creo que la base fundamental para lograr esto es partir de una idea concisa, y apostar por ella, investigar, alimentarla a prueba y error para generar lo que uno desea. Para esto, es importante tener el conocimiento de las herramientas audiovisuales (ya sea para aferrarse a ellas o esquivarlas), y no dejar las cosas al azar, tomar decisiones propias y hacerlas valer, creer en ellas y defenderlas. Cuando se habló sobre el concepto de que cada producto audiovisual tiene su propio universo y sus propias leyes, caí en la cuenta de la cantidad de películas que siguen los estereotipos de géneros o épocas, no apostando así a una idea puramente propia, sino resignándose a un cierto protocolo que creen que les asegurará la comprensión del espectador y así, el éxito. Desde mi opinión, son estas películas justamente las que no innovan, no transmiten nada nuevo, y por lo tanto, quedan encasilladas junto a otras tantas en una pila de films que no se diferencian en nada una de las otras. Esto me permitió enfrentarme a este trabajo desde un punto de partida más abierto, más libre respecto a qué hacer, entendí que puedo crear mi propio universo, regido por mis propias reglas, analizar los preconceptos que ya tengo de elementos tan simples y que son tan cotidianos para mi, poder enfrentarme a ellos, y así decidir si deseo seguirlos o no, generando mi propio material.

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