domingo, 5 de junio de 2016

Proceso - El otro

El primer encuentro que tuvimos con Laura fue en la biblioteca nacional, ya que yo no había podido ir a la clase en la cual asignaron las parejas porque estaba enferma. Allí nos conocimos, no sabíamos mucho de nosotras, ya que nos juntamos antes de ir a la clase de los ejercicios. En las fotos que saqué ese día quería centrarme en ella, lo que era bastante complicado ya que la biblioteca estaba llena de gente; pero de todas formas creo que se generaron algunas fotos interesantes, en especial la foto en la que ella está de espaldas y su pelo le tapa la cara, lo que comencé a notar que le pasaba mucho, y fue un disparador de varias fotos posteriores.


Para su trabajo ella decidió retratarme en mi casa, por lo que aproveché a sacarle a ella también ahí por cuestiones de tiempo. En la semana no podíamos juntarnos así que decidimos definir los sábados para nuestros encuentros. En esta instancia yo estaba un poco perdida, Laura me parecía una persona muy dulce, pero sus rasgos en las fotos salían bastante duros y serios.La idea original era sacarle en una terraza de día, pero se hizo de noche muy rápido, por lo que probé ir por un lado más oscuro. Me gustaban estas fotos, pero me parecía que las fotos de la biblioteca tenían algo mucho más especial.

Como pasaba tanto tiempo durante la semana ya que no nos podíamos juntar, optamos por hacernos distintos ejercicios entre nosotras, preguntas, etc. Gracias a estos ejercicios descubrí que ella pertenece a un grupo para preservar el Humedal de Zárate, y pude darme cuenta de que tiene un gran aprecio por la naturaleza. Como yo no podía ir para Zárate le pedí que me mande fotos de su casa, y del recorrido que hacía diariamente para ir a la facultad. Me sorprendió el esfuerzo que le puso a estas fotos para ayudarme en mi trabajo y poder transmitirme de manera más fiel sus sentimientos durante el día.Se tomó el tiempo de describirme cada una de las fotos y su contexto, incluyendo cómo se sentía ella respecto.

Su habitación:


Sus lugares preferidos de la casa:

 Partes de su recorrido diario (ida y vuelta):


La foto que más me llamó la atención:


Con toda esta información quise probar en la misma terraza pero esta vez de día, en donde se pueda ver el cielo y el atardecer, pero también su aprecio hacia estos, su mirada nostálgica, y su naturalidad.

Al siguiente sábado quise seguir puliendo la idea pero como llovía no pudimos ir a la terraza, así que aproveché la lluvia para sacarle fotos en el patio. Ella se paró directamente bajo la llovizna, por lo que se le formaron gotitas en el pelo y quise retratarlo. Cuando anocheció salimos a la calle que estaba empapada e hicimos la última serie de fotos allí. 





Estas fotos son las que más me gustan, tienen una mezcla de misterio con nostalgia que me agrada mucho. 

En el último encuentro intenté volver a recrear algunos de los espacios en los que ya la había fotografiado pero mejorando la luz. Me gustan mucho pero las de la tanda anterior me resultan más especiales por los gestos de ella.



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